domingo, 16 de enero de 2011

Participación y Organización

En Venezuela a todos nos gusta opinar, proponer, discutir y hasta criticar, pero cuando de “hacer” se trata, pocos son los que verdaderamente están dispuestos. Por ejemplo: en una parrillada cuando preguntan ¿quién va a hacer la parrilla? Absolutamente nadie levanta la mano, todos se miran las caras, unos dicen: “tengo que hacer una cosa y ahorita vuelvo”, otros “no puedo aguantar tanto humo porque tengo gripe” y así sucesivamente todos se inventan una excusa para no hacer la parrilla, “porque les da flojera”, “quedan impregnados con el olor de la comida” o simplemente “les da ladilla”. Pero como es una parrillada, obviamente tiene que haber parrilla, entonces llega alguien y dice: “yo hago la parrilla”. La servicial persona prende los carbones, hace la brasa, pone la carne en la parrillera, mientras todos están con sus cervecitas y tragos echando chistes, riendo a carcajadas, contando anécdotas y pasándola bien. Cuando han pasado unos 30 o 40 minutos, que empieza a dar el olor a parrilla, los mismos que no querían hacer la parrilla se acercan un poco más a donde está la parrillera y empiezan a dar sugerencias, de cómo se debe poner la carne para que se cocine mejor,  “hay que hacer los cortes más finos o más gruesos”,  “hay que bajar o subir un poco la brasa”, “yo tengo un amigo que le pone esto y lo otro”, “yo la quiero término medio”, “bien cocida para mi” etc.… Después que se comen la parrilla dicen: “como que le faltó un poco de sal porque estaba muy simple”, dice otro: “lo que faltó fue dejarla un tiempito más porque está muy cruda” y así sucesivamente hasta que todos hacen sus observaciones sobre la parrilla. En fin, nadie le gusta hacer la parrilla pero a todos les gusta dirigir, exigir y criticar pero no son capaz  de decir: “en qué te puedo ayudar”, “si quieres anda a tomarte algo que yo termino esto aquí”, ni siquiera son capaz de hacer la guasacaca.
El segundo ejemplo está referido a las juntas de condominio o asociaciones de vecinos, sucede que a nadie le gusta ir a esas reuniones, tediosas, extensas y fastidiosas. Resulta que  llega el día de la elección de la junta directiva del condómino y como asisten muy pocas personas, quedan los mismos de siempre en la junta directiva los cuales son los más odiados por todos los propietarios. Todo lo que la junta de condominio hace es criticado y cuestionado, “será que estos se creen los dueños del edificio”, “en qué se habrá gastado los reales del condominio, seguro se los repartieron”, “que jardín tan feo”, “esas lámparas nuevas no alumbran nada” etc. Al igual que en el ejemplo anterior todo es criticado por todos, pero ninguno se postuló para las elecciones y ni siquiera fue a votar.
Así somos los venezolanos, incluso para las cuestiones más relevantes y trascendentes de nuestro país. Nadie hace nada, todos critican y el país se hunde, nadie asume la responsabilidad sino que se la dan a otros para que hagan las cosas por ellos, pero cuando se equivocan, todos quieren opinar, decir y criticar. Para que Venezuela pueda surgir y salir adelante hace falta que como ciudadanos nos responsabilicemos y trabajemos todos por lo que queremos y deseamos pero de manera unida, es decir, sumando esfuerzos y remando en la misma dirección, dejando los vicios y mezquindades. Solo podemos superar la crisis y los obstáculos si todos y cada uno de nosotros participamos y nos organizamos, mientras más organizados estemos más fuerte seremos para derrotar al régimen que día a día restringe nuestras libertades y viola nuestros derechos. 
“Si la lucha por la libertad se dispersa, no habrá victoria en el combate” Simón Bolívar

1 comentario:

  1. Hubert Mura Sánez17 de enero de 2011, 18:48

    Excelente Ernesto. Los venezolanos somos tan ajenos al "hacer" que históricamente hasta nos ha costado ser ciudadanos. Que no se nos olvide que la CRBV nos regaló la democracia participativa.. De ahí el compromiso a participar y organizarnos.

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