martes, 18 de enero de 2011

¿?



No existe nada más absurdo que la Resolución dirigida a todos los Jueces dictada por la Presidenta de la Sala In-Constitucional del Tribunal Supremo de In-Justicia Luisa Estela Morales. Trata nada menos que de la "restricción temporal" de "todas las medidas ejecutivas cuya práctica material comporte la pérdida de la posesión o tenencia de un inmueble destinado a vivienda o habitación, aun existiendo sentencia definitiva".

 Es decir, si una persona es propietaria de un inmueble habitacional, y ésta ha decidido alquilarlo, pero el inquilino que habita en el inmueble tiene más de 2 meses sin pagar el canon de arrendamiento acordado, el propietario (dueño legítimo del inmueble), no puede solicitar ninguna medida judicial que implique el desalojo del habitante o poseedor del mismo.
También puede suceder que un inmueble habitacional sea invadido, de igual forma no puede el propietario solicitar ante un tribunal una medida de desalojo, ya que están suspendida temporalamente todas estas medidas.  Y en el caso que ya una sentencia hubiese decretado la medida de desalojo, esta no se puede ejecutar. En otras palabras, no se puede sacar al moroso e irresponsable que habita en el inmueble por ninguna de las causales establecidas por la Ley.
 
Lo más aberrado de todo es lo siguiente: "La presente decisión sobre las medidas ejecutivas o cautelares no significará la paralización de las causas en curso, ni alterará la suerte de las sentencias pasadas con fuerza de cosa juzgada". Entonces cabe hacernos esta pregunta: ¿para qué vamos a ir a un Juicio si la decisión no puede ser ejecutada?

Esta restricción basada supuestamente en la Emergencia Nacional decretada por el Ejecutivo debido a las fuertes lluvia que generaron desastres desde el pasado mes de diciembre lo que hace es aumentar más la crisis habitacional y económica del país. No obstante, la medida dictada viola y afecta gravemente el derecho de propiedad consagrado en la Constitución y deja en estado de indefensión al propietario legítimo del inmueble, ya que su pretensión, a pesar de estar ajustada a derecho e incluso tener la razón, no podrá concretarse. No les quedará otra opción a los propietarios que tomar la justicia por sus propias manos para hacer valer sus derechos, ya que el Estado no es capaz de proteger ni garantizar los derechos establecidos en la Constitución.
   

En fin, pareciera que el Estado estuviese haciendo todo lo posible por acabar con el Ordenamiento Jurídico y dejar a la suerte de las personas la solución de los problemas. Yo personalmente considero, que cuando no existe Estado de Derecho, los individuos pueden acudir a cualquier medio para hacer valer sus pretensiones y defender sus legítimos derechos de manera justificada.
 

domingo, 16 de enero de 2011

Participación y Organización

En Venezuela a todos nos gusta opinar, proponer, discutir y hasta criticar, pero cuando de “hacer” se trata, pocos son los que verdaderamente están dispuestos. Por ejemplo: en una parrillada cuando preguntan ¿quién va a hacer la parrilla? Absolutamente nadie levanta la mano, todos se miran las caras, unos dicen: “tengo que hacer una cosa y ahorita vuelvo”, otros “no puedo aguantar tanto humo porque tengo gripe” y así sucesivamente todos se inventan una excusa para no hacer la parrilla, “porque les da flojera”, “quedan impregnados con el olor de la comida” o simplemente “les da ladilla”. Pero como es una parrillada, obviamente tiene que haber parrilla, entonces llega alguien y dice: “yo hago la parrilla”. La servicial persona prende los carbones, hace la brasa, pone la carne en la parrillera, mientras todos están con sus cervecitas y tragos echando chistes, riendo a carcajadas, contando anécdotas y pasándola bien. Cuando han pasado unos 30 o 40 minutos, que empieza a dar el olor a parrilla, los mismos que no querían hacer la parrilla se acercan un poco más a donde está la parrillera y empiezan a dar sugerencias, de cómo se debe poner la carne para que se cocine mejor,  “hay que hacer los cortes más finos o más gruesos”,  “hay que bajar o subir un poco la brasa”, “yo tengo un amigo que le pone esto y lo otro”, “yo la quiero término medio”, “bien cocida para mi” etc.… Después que se comen la parrilla dicen: “como que le faltó un poco de sal porque estaba muy simple”, dice otro: “lo que faltó fue dejarla un tiempito más porque está muy cruda” y así sucesivamente hasta que todos hacen sus observaciones sobre la parrilla. En fin, nadie le gusta hacer la parrilla pero a todos les gusta dirigir, exigir y criticar pero no son capaz  de decir: “en qué te puedo ayudar”, “si quieres anda a tomarte algo que yo termino esto aquí”, ni siquiera son capaz de hacer la guasacaca.
El segundo ejemplo está referido a las juntas de condominio o asociaciones de vecinos, sucede que a nadie le gusta ir a esas reuniones, tediosas, extensas y fastidiosas. Resulta que  llega el día de la elección de la junta directiva del condómino y como asisten muy pocas personas, quedan los mismos de siempre en la junta directiva los cuales son los más odiados por todos los propietarios. Todo lo que la junta de condominio hace es criticado y cuestionado, “será que estos se creen los dueños del edificio”, “en qué se habrá gastado los reales del condominio, seguro se los repartieron”, “que jardín tan feo”, “esas lámparas nuevas no alumbran nada” etc. Al igual que en el ejemplo anterior todo es criticado por todos, pero ninguno se postuló para las elecciones y ni siquiera fue a votar.
Así somos los venezolanos, incluso para las cuestiones más relevantes y trascendentes de nuestro país. Nadie hace nada, todos critican y el país se hunde, nadie asume la responsabilidad sino que se la dan a otros para que hagan las cosas por ellos, pero cuando se equivocan, todos quieren opinar, decir y criticar. Para que Venezuela pueda surgir y salir adelante hace falta que como ciudadanos nos responsabilicemos y trabajemos todos por lo que queremos y deseamos pero de manera unida, es decir, sumando esfuerzos y remando en la misma dirección, dejando los vicios y mezquindades. Solo podemos superar la crisis y los obstáculos si todos y cada uno de nosotros participamos y nos organizamos, mientras más organizados estemos más fuerte seremos para derrotar al régimen que día a día restringe nuestras libertades y viola nuestros derechos. 
“Si la lucha por la libertad se dispersa, no habrá victoria en el combate” Simón Bolívar